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Con las gélidas temperaturas del invierno es habitual que nuestros pies se enfríen, pero también existen otras causas que pueden provocar esa sensación. ¿Por qué tengo los pies fríos incluso con calcetines? ¿La sensación se acentúa durante la noche o después de pasar muchas horas sentado? Descubre cuáles son las causas de los pies fríos y qué puedes hacer para evitar este problema.

¿Por qué tengo los pies fríos? Causas comunes

La sensación de frío es una respuesta natural del cuerpo ante la temperatura exterior. Cuando las temperaturas son bajas, como ocurre en invierno, los vasos sanguíneos se contraen, lo que disminuye el flujo de sangre que circula a través de ellos. Esta sensación suele ser más intensa en las partes del cuerpo más alejadas del corazón, como las manos y los pies. También es habitual que el frío venga acompañado de una sensación de hormigueo o entumecimiento.

Si bien esta reacción es totalmente normal, tener los pies fríos también puede estar relacionado con otros factores más allá de las condiciones ambientales. ¿Por qué tengo los pies fríos incluso con calcetines? ¿Sientes tus pies fríos por la noche? Estos son algunos de los motivos más comunes que pueden explicar esta sensación:

• Mala circulación sanguínea

Llevar una vida excesivamente sedentaria o pasar mucho tiempo en la misma postura, como ocurre cuando trabajamos durante muchas horas ante el ordenador, pueden provocar una reducción del flujo sanguíneo que llega a nuestros pies. La sensación de frío es una consecuencia de este riego sanguíneo insuficiente. Tener los pies fríos también puede ser un síntoma de problemas circulatorios, como obstrucciones en las arterias.

• Hiperhidrosis

En muchos casos, tener los pies fríos está relacionado con una sudoración excesiva y el uso de un calzado o calcetines no transpirables. Si vestimos nuestros pies con materiales que no permiten evacuar el sudor, este quedará atrapado en el interior de nuestro calzado o nuestros calcetines, en contacto directo con nuestra piel. Al aumentar la humedad, nuestros pies perderán rápidamente su calor natural.

• Trastornos de salud

Existen algunas enfermedades neurológicas que pueden afectar a la regulación de la sudoración y provocar una sensación de pies fríos. Este también es uno de los síntomas de la enfermedad de Raynaud, un trastorno poco frecuente que provoca un estrechamiento momentáneo de los vasos sanguíneos que restringe el riego en las extremidades, por lo que el enfermo siente sus manos y sus pies fríos.

Consejos útiles para olvidarte de los pies fríos

• El sedentarismo es una de las causas más habituales para tener los pies fríos, por lo que, si sufres este problema, quizás debas cambiar tus hábitos para llevar un estilo de vida más activo. Los expertos recomiendan realizar ejercicio físico de forma regular, adaptando siempre su intensidad a la edad y la condición de cada persona. Para muchos expertos, caminar media hora cada día es suficiente para mitigar los problemas asociados al sedentarismo así que, ¡la falta de tiempo ya no es una excusa!
• Elegir bien tu calzado, tus calcetines y tus plantillas es otra de las claves para mantener tus pies siempre a la temperatura de confort óptima, especialmente si la causa es una sudoración excesiva. En este sentido, los expertos en el cuidado de los pies aconsejan decantarse siempre por materiales naturales y transpirables, como la piel o el cuero, para los zapatos, o la lana o el algodón, en el caso de los calcetines. 
• Las suelas de nuestro calzado también son otro elemento importante a tener en cuenta para evitar los pies fríos durante los meses de invierno o en entornos con bajas temperaturas. El caucho, por ejemplo, es un material con excelentes propiedades aislantes, perfecto para proteger nuestros pies del frío.
• Las plantillas para el frio son otro elemento muy eficaz para calentar los pies fríos y prevenir esta desagradable sensación. Para el invierno, las más indicadas son las plantillas de lana clásicas o las fabricadas con tejido polar, una opción fantástica en cuanto a sus prestaciones térmicas y con un grosor mínimo, que las convierte en unas plantillas muy cómodas de usar.
• ¿Tu trabajo requiere usar botas o calzado de seguridad? Este tipo de calzado cuenta punteras y plantillas metálicas para proteger al usuario de impactos, aplastamientos, perforaciones, corrosión y otros riesgos habituales en entornos industriales, por lo que es muy posible que sientas tus pies fríos con calcetines. En este caso, las plantillas de gel o silicona resultan una solución ideal para usar durante todo el año, con la que además, lograrás que este tipo de calzado te sea mucho más cómodo. Muchos fabricantes también cuentan con modelos de plantillas específicas para calzado laboral.
• Si has seguido todos los consejos anteriores y aún así, la sensación persiste, la respuesta a “¿por qué tengo los pies fríos?” puede estar en una falta de hidratación. 
• ¿Sientes los pies fríos por la noche? La hidroterapia es un remedio sencillo pero muy eficaz para aliviar este problema. Dejar remojar los pies durante unos minutos en agua templada puede ser suficiente para calentar los pies fríos. Los baños de contraste, alternando agua caliente y fría, también son muy efectivos si sientes tus pies fríos habitualmente, ya que los cambios de temperatura ayudarán a activar la circulación sanguínea en esta parte del cuerpo.
• Cuando la causa de los pies fríos está relacionada con un flujo sanguíneo insuficiente, realizar un pequeño masaje cada día también te será de gran ayuda para prevenirlos y mejorar su bienestar general. De esta forma, además de mejorar el riego sanguíneo, también relajarás los músculos y articulaciones, liberándolos de las tensiones acumuladas a lo largo del día. Verás como tras una noche de descanso, tus pies están totalmente frescos y recuperados.

Como ves, si bien existen muchas más causas de los pies fríos más allá de las bajas temperaturas, solo necesitas dedicar un poco de tiempo al cuidado de tus pies y llevar un estilo de vida saludable para solucionar este problema. Si ya has tomado buena nota de nuestros consejos, ¡ahora toca ponerlos en práctica!

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