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La semana pasada hablábamos de algunos zapatos de verano perjudícales para los pies de nuestros hijos, pero… ¿Qué pasa con nuestros pies? Son pocas las ocasiones en que nos centramos en nosotros, los adultos. Hoy hablaremos sobre las chancletas, un zapato cómodo pero fatal para la salud de nuestros pies.

Cuando llega el verano, las altas temperaturas, las vacaciones, etc. Apetece mucho desnudar nuestros pies y dejar los zapatos de invierno para la próxima temporada de frío. Mayoritariamente utilizamos sandalias, bambas ligeras o bien la famosa zapatilla de playa: la chancleta. Este último tipo de zapato es el calzado por excelencia del verano, el favorito de los turistas, pero puede tener sus consecuencias y provocar problemas de salud en nuestros pies.

Según diferentes estudios, se ha demostrado que las chancletas de verano no son un calzado seguro porque no aporta estabilidad al pie y pueden provocar tendinitis, dolores de rodilla y espalda, fascitis plantar e incluso esguinces. Se recomienda el uso de zapatos sujetos también por detrás y reservar las chancletas para la piscina o la playa.El profesor del grado de podología de la universidad de Barcelona (UB), Sr. Pérez, subraya que cada paso que hacemos con las chancletas provoca en nuestros talones un micro traumatismo. Además, el Sr. Navarro – presidente del Colegio de Podólogos de Aragón, afirma el uso de chancletas es peor entre las mujeres porque el pie de ellas es más laxo y flexible, con lo que también es más inestable.

A continuación, dividiremos este post en dos apartados: consecuencias más graves i soluciones. Las consecuencias las separaremos en dos sub-apartados donde explicaremos los problemas más frecuentes de los pies con el uso de zapatos inadecuados y la falta de hidratación que provoca este tipo de calzado.

La gravedad del uso de chancletas u otros zapatos poco sujetos:

La falta de sujeción en un zapato se puede traducir en diferentes problemas de más o menos importancia. Durante el verano no nos damos cuenta de lo que sufren nuestros pies, pero cuando empieza el otoño nuestros pies lo notan. Es entonces cuando llevan las consultas al podólogo. En la mayoría de ocasiones, se trata de fascitis plantar, es decir, pequeñas roturas de fibras en la planta del pie (acostumbra a ser bastante doloroso). Esto es debido a que en invierno se acostumbra a usar zapatos con más tacón y más forma anatómica en cambio, en verano el pie está totalmente plano y el tacón no está tan sujeto como el resto del año. Además, con las chancletas los dedos están obligados a sujetar el calzado a cada paso que se hace para evitar que se escapen. Esto también puede derivar a rozaduras, ampollas y los dedos de garra. Otro problema muy típico de este tipo de calzado es el talón de Aquiles o las roturas fibrilares al poner el pie a ras del suelo, esto es a casa de tener los gemelos muy contraídos durante el invierno. También es frecuente sufrir de rodillas, vértebras e incluso de las caderas por culpa del abuso de estos zapatos de verano.

Si cree que puede tener algo de esto, le recomendamos que visite a un podólogo.

Falta de hidratación

No siempre es el pie quien sufre, sino que en ocasiones es nuestra la misma piel de los pies. Durante el invierno nuestros pies también sudan, sin embargo, lo hacen dentro del calcetín manteniendo nuestro pie hidratado. Pero… ¿Y en verano? Con el calor y la falta de calcetines el sudor de nuestros pies se evapora haciendo que nuestra piel se seque y se hagan grietas.
Los expertos remarcan la gran importancia del uso de cremas hidratantes para proteger nuestros pies del sol, de la sequedad y de las grietas.

Llegados a este punto, sabemos que el uso de chancletas o zapatos de poca sujeción puede ser fatal para nuestros pies. Por eso a continuación, haremos hincapié al uso de un calzado adecuado y como escogerlo.

Soluciones

Se apuesta por un uso correcto de calzado según las circunstancias de cada momento. Si vas a jugar a fútbol usa unas bambas, si vas a dar una vuelta unas sandalias sujetas también por el talón, si vas al río utiliza sandalias especiales para ello, etc. Las chancletas no están prohibidas, pero se aconseja utilizarlas cuando se deba; es decir, para ir a la playa o a la piscina.

A la hora de comprar unas sandalias se recomienda que no sean muy estrechas, que estén sujetas por el talón, que sean transpirables, estables y la suela no sea muy fina para que haya una buena amortización con el golpe.
¡Cuídate tus pies, ellos te lo agradecerán!

Imágenes:

Fuente imagen: imagenes.4ever

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