Plantillas Coimbra

Estamos en verano. La llegada del calor, las fiestas, la playa… marcan la temporada de lucir nuestros pies. A veces, en esta época surgen molestos problemas que nos impiden tener unos pies bonitos y saludables. El sudor, las piscinas, el gimnasio o la playa, entre otros, pueden suelen ser la causa de algunas afecciones que hay que mantener bajo control. Para evitarlo, conviene saber cuáles son los problemas más comunes de los pies en verano y cómo solucionarlos.

En Plantillas Coimbra tienes distintas plantillas ahora que ya hace más calor y usamos unos zapatos distintos a los de invierno.

¿Cómo afecta el calor a nuestros pies?

Hongos, ampollas, sequedad y sudoración son algunos de los problemas que pueden aparecer por las elevadas temperaturas veraniegas.

• Ampollas y rozaduras. En verano dejamos de utilizar medias y calcetines. La piel en contacto directo con el calzado produce mayor fricción, en especial con el sudor. Esto puede dar lugar a dolorosas ampollas y rozaduras.

• Exceso de sudor. Muchas personas surge de exceso de sudoración en los pies durante todo el año pero este problema se agrava con la llegada del calor. La humedad constante en la piel del pie puede provocar grietas entre los dedos y favorecer las infecciones por hongos.

• Sequedad de la piel. El exceso de sequedad se suele producir en las zonas de apoyo, como los talones y el lateral externo del pie. Una piel muy seca puede dar lugar a hiperqueratosis (las molestas y antiestéticas durezas) por la acumulación de células muertas.
  • Infecciones por hongos. Las infecciones por hongos son frecuentes en verano, puesto que el calor y la humedad favorecen su proliferación. Los hongos pueden producir picor, olor, dolor, escamas, grietas y ampollas. Por lo general se contagian en piscinas, playas, duchas y baños públicos y también al compartir calzado o plantillas para zapatos. Los espacios interdigitales, la planta del pie y las uñas son las zonas más afectadas. Los hongos más comunes son el pie de atleta y las verrugas plantares.

¿Cómo mantener unos pies sanos en verano?

Extremar la higiene y observar el estado de los pies son dos de los hábitos imprescindibles para mantener los pies sanos. Además, hay que seguir estos consejos:

• Utilizar calzado que ajuste bien, que sea flexible y que transpire. En los casos de exceso de sudoración se pueden complementar con unas plantillas para calzado a base de carbón activo y con clorofila, que mantiene el pie más fresco. Busca un fabricante de plantillas con productos específicos para el verano.
• El exceso de sudor se pueden controlar con productos específicos. Los hay desodorantes y anti transpirantes. Los primeros solo sirven para controlan el olor, pero los segundos ayudan a mantener los pies secos. Para los paseos largos y excursiones es mejor emplear calcetines de algodón, que absorben mejor la humedad.
• Si aparecen hongos, debemos acudir al médico o al podólogo, que valorará la gravedad y nos podrá aconsejar el uso de un anti fúngico adecuado para nuestro caso. Como medida preventiva, conviene emplear sandalias de goma en piscinas, saunas, gimnasios y otros lugares públicos. 
• Si aparecen ampollas,  rozaduras o grietas hay que limpiar y tratar la zona para evitar que se infecte. Por lo general, basta con lavarlas con agua tibia y jabón neutro, secar cuidadosamente y colocar un apósito durante dos o tres días, recordando cambiarlo con frecuencia. Algunos apósitos contienen sustancias cicatrizantes que aceleran la curación.  

• Para prevenir la sequedad basta con hidratar diariamente los pies después de la ducha y una vez estén bien secos. Las acumulaciones de piel muerta se pueden eliminar con una lima específica para esta zona.

Con estos sencillos cuidados podrás lucir unos pies perfectos durante todo el verano.

Fuente de la imagen: Pixabay

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