Plantillas Coimbra

Con el buen tiempo llega el momento de dejar nuestros pies al descubierto: nos ponemos sandalias, nos descalzamos en la playa, en la piscina… Pero también es en esta época cuando tomamos conciencia de cómo hemos abandonado el cuidado de estos grandes olvidados durante el invierno.

Hay que ponerse manos a la obra para recuperar el tiempo perdido y cuidar nuestros pies para que luzcan perfectos. Sigue leyendo y descubre cómo conseguir en pocos pasos unos pies dignos de ver la luz.

PRIMER PASO: ¡FUERA LAS ASPEREZAS!

Si tus talones presentan un aspecto blanquecino y áspero esto significa que hay gran acumulación de células muertas. Si no se eliminan adecuadamente pueden dar lugar a durezas y dolorosas grietas.
Aprovecha la ducha para pasar una piedra pómez por todas las zonas ásperas del pie. Notarás cómo la piel muerta se desprende y el aspecto de tus talones cambia de inmediato.

Tras la ducha, sécalos a conciencia, especialmente en las zonas interdigitales para prevenir la aparición de hongos. Una vez secos, masajéalos con una crema hidratante corporal. Si el problema es severo, emplea una crema específica.

SEGUNDO PASO: ABAJO CON LAS DUREZAS

Las durezas suelen formarse por el uso de calzado inadecuado, especialmente por los zapatos de tacón, que presionan determinadas zonas del pie.

Son muy molestas y hacen que caminar sea toda una tortura. Lo mejor es emplear un calzado cómodo con poco tacón y que no presione el pie. Si las durezas ya han aparecido, los baños con sales ablandarán este cúmulo de piel muerta y lo podrás eliminar fácilmente. Si no son muy profundas será suficiente con frotar con piedra pómez. En caso contrario, emplea un producto específico para retirarlas.

TERCER PASO: ESOS DOLOROSOS CALLOS

Son otro de los problemas que, además de antiestéticos, resultan dolorosos. Un especialista es quien mejor puede eliminarlos. Para prevenir su aparición lo ideal es emplear calzado adecuado. Si el callo es incipiente utiliza apósitos o productos específicos para su eliminación.

CONSEJOS FINALES

• Es muy importante que el pie esté sujeto al zapato, ya que las rozaduras provocarán algunos de los síntomas anteriormente descritos. Para prevenir las molestas rozaduras coloca unas plantillas para zapatos si te quedan holgados. Evitarás que el roce continuo te produzca heridas en los pies. Si ya han aparecido, utiliza apósitos con principios activos que calman y cicatrizan.
• Si sueles llevar zapatos de tacón, tu mejor aliado serán las medias plantillas para los pies que protegen y amortiguan la pisada.
• Para mantener la belleza de tus pies no olvides exfoliarlos e hidratarlos con frecuencia. Descalzarse y dejar que respiren siempre que sea posible es la mejor solución para mejorar su circulación y oxigenarlos.
• Para evitar que se hinchen los pies coloca las piernas en alto y aplícales una ducha fría y un masaje relajante.
• Además, en los centros de estética dispones de todo tipo de tratamientos para mejorar la belleza de tus pies: desde el cuidado de las uñas hasta baños específicos como la ictioterapia, en la que unos pequeños pececillos se encargan de eliminar todas las células muertas.

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